sábado, 15 de septiembre de 2012

Un 3.000 antes de ir al cole

El 11 de septiembre amaneció despejado, claro, nítido y esperanzador. El día anterior un grupo de 3 zagales - Hugo, Miguel y Jorge - con cuatro sagaces y experimentados montañeros - Miquel, Santi, Fran y servidor - partieron hacia el Vall d'Aran con la meta de ascender al mítico Tuc de Mulleres.


Hicimos noche en el refugio de Vielha. Muy cuidado y limpio, nos amparó de la tormenta que cayó durante la noche. Mientras, los ronquidos dentro del refugio dialogaban con los truenos de la tormenta.


A las 6 sonó el despertador. El desayuno - rápido e hipercalórico - nos retrasó la salida. A las 7.15 iniciamos la ascensión.


Al cabo de veinte minutos nos cruzamos con Vasile, un pastor rumano que guiaba con la ayuda de tres perros a un rebaño 2.300 ovejas.


A partir de ahí ya no nos encontraríamos con nadies más. La ascensión hacia la cumbre del Mulleres es muy escalonada. Tiene numerosas balconadas en las que se forman lagos o ibones. Es ahí donde aprovechábamos para descansar, beber y hacer algunas fotos.





La cima estaba cada vez más cerca. Los 3010 metros se dejaban desear cada vez más. Pero aún nos quedaba una hora y media de camino.


 Eso sí, no sin esfuerzo y si no que se lo digan a Santi un sabio erudito de Algeciras convertido al montañismo gracias a las biografías de Reinold Messner.


La respiración se hacia más rápida y entrecortada. Las piernas se calentaban. Y algunos se doblaban para tomarse un respiro...

                                      

El silencio era cada vez más elocuente: la fatiga se comenzaba a notar... y también un nuevo factor: el vértigo.


Algunos no acusaban tal factor y aprovecharon para hacer un par de foticos. 

                                               

Otros en cambio hacían lo que podían para superar tal sensación. Por ejemplo, Miguel consiguió superar el vértigo sonriendo y pegando el cuerpo a la roca ...

                                               

Una vez en la cresta el camino es coser y cantar. Aunque no para Miguel que se las tuvo con el vértigo.


 Entre la ilusión de llegar y la belleza del paisaje el camino se hace llevadero. Al otro lado de la cresta asomaba la cima del Aneto con su circo glacial y sus vecinos tres miles.


Al final recompensa... Tuc de Mulleres. 3010 metros. Foto de equipo...


Descanso solemne en toda regla sin contemplaciones, en cualquier superficie, con cualquier posición ...


Digiriendo el menú de montaña: fuet, patatas fritas, pasta y pechuga rebozada, bocata de calamar y estofado de polvorón de chocolate.


Algunos tardaron en empezar a comer porque aún estaban digiriendo el vértigo del último tramo.


Y como era 11 de septiembre... algunos celebramos la Diada:




El resto de la travesía transcurrió con toda normalidad. Cabe decir, que la excursión tuvo su punto más álgido al final de esta. En un bosque de la Vall d'Aran pudimos asistir a  Santa Misa. El musgo y la hojarasca eran los bancos; los hayedos las columnas; y el bosque con su río el retablo del altar: una mesa portátil.Fue emocionante.


Para acabar, en este  vídeo os ponemos las fotografías del descenso. En ella conoceréis la historia de Keka, la oveja perdida. 





viernes, 29 de junio de 2012

Final de curso en la Pica d'Estats

Great experience! El equipo de los tres hobbits junto al abuelo Gandalf se adentró en el Valle de Vicdessos para emprender una marcha que les llevaría a la cumbre más alta del pirineo catalán.


A las 18.00 llegamos al punto de partida. En veinte minutos conseguimos preparar los mochiloncios y arrancar hacia nuestro próximo destino: el refugio de Pinet, a 2.224 metros.


La ascensión hasta el refugio está prevista hacerla en 3 horas. El efecto de desquite que acompaña un  fin de curso y la aventura que conlleva adentrarse en terreno desconocido fueron los detonantes para que realizáramos la ascensión en menos tiempo del previsto.


Primero vadeando el río salvaje. Más adelante adentrándonos en el bosque interminable. Y por último, salvando el gran desnivel de un prado endiablado que, gracias a la niebla, se nos hizo más llevadero. Esta nos acompañó hasta el mismo refugio


A esa altura, la cortina blanca se corrió descubriéndonos un bello paraje: un sol de poniente bañando con su luz anaranjada las crestas de las montañas, un océano de nubes de confines inabarcables, y en medio de todo, como una gran seta, nuestro tan esperado y deseado refugio de Pinet.



Cima del Montcalm  |  3.077 metros


Cima de la Pica d'Estats |  3.143 metros


Cima del Verdaguer  |  3.129 metros


Descenso de la Pica. Panorámicas espectaculares.



Aguas termales revitalizantes en el rio. 


 Después de un descenso vertiginoso de vuelta al punto de partida. ¡Volveremos!



                          AQUÍ OS DEJO CON EL VÍDEO MUSICAL







martes, 29 de noviembre de 2011

Nostalgia compartida

Hay momentos memorables que serán recordados para la posteridad.

¿Alguien se acuerda del número de los "Enanos"? Año 2009. Semana Santa. La Molina. Un grupo de pre-adolescentes se disponían a hacer pasar un buen rato a sus compañeros de convivencia. Lo que antaño fueron hobbits encantadores, ahora son, camino de la "antropomorfia" élfica, una catarsis trolesca que adolece de cualquier cualidad física pueril y que reclama a gritos un rasurado de pelusilla, un embadurne de mejunje facial y una dosis de collejas, a la sazón, educativas.

Este vídeo no tiene desperdicio por su efecto óptico, por las escenas dantescas a la par que algo asfixiantes, y por las docenas y docenas de segundos del humor más caótico y simple que pueda existir.

¡Qué tiempos aquellos!



P.P. (Post Post) Dedicado a los zagales del equipo cadete de Pàdua. Por cierto, tremenda la cara de agobio y estrés de A.G. (el auténtico monstruo de las galletas), la hiperactividad de S.M. y la acrobacia de JMP con la boca y el vaso de leche.

martes, 8 de noviembre de 2011

Ascensión al Carlit


La Cerdaña francesa aguardaba una sorpresa inolvidable. La ascensión a la cumbre del Carlit no sería nuestro hito... El nombre de la mítica montaña fue ofuscado por otro : Guillermo. En nuestros tímpanos y en todos los rincones de los lagos de las Bullosas resonó dicho nombre.
Lo que empezó siendo un paseo bucólico-pastoril se transformo en una pesadilla de medianoche. ¿Porqué? Por que Guillermo se perdió en medio de la montaña, de sus valles y, lo que es peor, en medio del frió y de la noche. ¿Acaso no era la noche más propicia?¿La noche de Halloween?
Durante el oscuro trago le estuvimos buscando... La noche cerrada, con la luz del alaba, se desvanecía. No así nuestra esperanza de encontrar al susodicho descarriado. Con el alba, llegaron los ánimos, los amigos, los seres queridos, y la búsqueda. Al final, un helicóptero dio con el joven excursionista. Ya todo pasó. Pero una lección nos ha quedado grabada: no hay peor compañero en la montaña (y en cualquier lado) que la soledad.

El grupo de sherpas: Euge, Javi, Dome, Xisco, Toni, Marcos, Lalo, Miquel, Alvaro y Guille.
Al fondo queda el fatídico lago que confundió a nuestro joven montaraz.

En la cima del Carlit: Alvaro, Guille, Toni, Lalo y "la senyera".

Toni subiendo la garrafa de agua reivindicando el auténtico estilo dominguero

Euge y Javi: Media hora hablando y diez minutos subiendo.
Si esta pareja de umpalumpas han llegado arriba significa que en el Pipa's Club
lo más importante es el equipo y pasarlo en grande.

Instantánea de una instantánea: Alvaro desde la cima.

Miquel ofreciendo líquido a todo aquel que se lo pedía.
A pesar de la edad fue el auténtico pulmón del Pipa's Club.
¡Enorme veterano con espíritu joven!

Gracias Marcos por tu labor de "abrecaminos".

jueves, 13 de octubre de 2011

Les Agudes per la cresta dels Castellets

La Pilarica nos brindó un día excelente: Gracias. Grimpada del mil en las Agudas. Por el sol, por la comida, por el paisaje, por la altura, por las vistas y, sobretodo, por la compañía: Lalo, Miquel, Toni, Miky, Pablo y Frans. Por todo ello podemos concluir que el día fue: "¡Tremendo! ¡Apoteósico!" Una salida de 10. Rectifico: de 9,5 dado que tuvimos que chuparnos una cola del mil (de mil pares de metros). Pero tuvo su recompensa: solamen a tutiplén, "grimpadas" de órdago, hortalizas picantes por doquier, un salvamento en directo, unas salchichas ricas, ricas... Y como colofón: una "percutora" guerra de piñas, palos y piedras al más puro estilo neandertal. Pero como en estos tiempos abundan los escépticos os mostramos de forma más plástica los momentos más dulces de la aventurilla por el Montseny. La próxima salida será en el mes de noviembre: ¡A ver cuantos estaremos en el equipo del Club de la Pipa!



Pablo nos condujo hasta la cintura del Montseny gracias a las indicaciones oportunas de Copiloto de Nieve Frans.



Los sherpas antes de afrontar las primeras paredes.



Buscando la cima: Our place is at the top!



Ultimos metros de grimpada: Amunt i crits!